23 de agosto de 2007
Pipi como olvidar tu sonrisa y tus ojitos de felicidad cuando un año atrás nos casábamos y cumplias tu sueño. Me hiciste la persona mas feliz de este mundo en los años que me regalaste a tu lado, y no solo a mi, sino también a Martu a quien tanto amaste y cuidaste y que te recuerda como su amiguita, su mama del corazón. Debo seguir en este camino por ella, pero como hacerlo cuando no te tengo a mi lado, cuando tuve que cambiar mi vida de felicidad por la mas cruel de las soledades. Mi amorcito se que estas en un mejor lugar junto a nuestra hijita Abril, lejos de donde para algunos el titulo de Dra. "Especialista jerarquizada en Ginecología y Obstetricia" habilita a decir quien se queda entre nosotros y quien no...
Mariana Dall de Iriquin y Abril
Marianita, mi hijita tan amada, hoy hace un año que fue el día mas feliz de tu vida, te unías a tu gran amor Javier, ante Dios, jurando amarse para toda la vida junto a la esperada bebe Abril.
En estos ocho mese de tu partida, tan imprevista como injusta y negligente; nos hemos hundido en un inmenso dolor que nos aturde y nos desconcierta. A veces nos parece que alcanzamos un poquito de paz, pero son solo instantes... volvemos a extrañarte y necesitarte mas que nunca.
Marianita querida, se que estas junto a Abril, tu hijita tan esperada y amada. Te entiendo tanto Mari, mi vida, que quisiste irte con ella; porque si yo pudiera también en este momento estaría a tu lado. Aunque no deje de amar con toda mi vida a tus hermanos que comprenden tanto mis sentimientos encontrados.
Es el mismo amor que me mantiene viva y unida a vos, presente en mi recuerdo con ese embarazo tan ansiado y esperado por todos.
Mari tengo la seguridad de que nos vamos a reencontrar con la alegría y la paz de Dios, porque la distancia separa los cuerpos, pero no pueden impedir la intima cercanía de las almas.
Tengo la certeza que en la medicina, en particular en ginecología y obstetricia, no hay cabida a errores y menos la desatención, aunque sea un llamado a las tres de la mañana. Estaban en juego seres inocentes sanos, llenos de vida y esperanza; y en juego una familia frente a un dolor permanente.
Yo siempre supe que "LA PEREZA" es un PECADO CAPITAL, mas aun cuando uno "JURA" por salvar vidas, no abandonarlas cuando mas se necesita.
Marianita querida te amamos como siempre y mas que nunca.
Ayudanos con la experiencia de tu nueva vida a sobrevivir este gran dolor, a Javier, Papa, Lu, Ariel y todos los que te recuerdan, te extrañan y te aman.
En estos ocho mese de tu partida, tan imprevista como injusta y negligente; nos hemos hundido en un inmenso dolor que nos aturde y nos desconcierta. A veces nos parece que alcanzamos un poquito de paz, pero son solo instantes... volvemos a extrañarte y necesitarte mas que nunca.
Marianita querida, se que estas junto a Abril, tu hijita tan esperada y amada. Te entiendo tanto Mari, mi vida, que quisiste irte con ella; porque si yo pudiera también en este momento estaría a tu lado. Aunque no deje de amar con toda mi vida a tus hermanos que comprenden tanto mis sentimientos encontrados.
Es el mismo amor que me mantiene viva y unida a vos, presente en mi recuerdo con ese embarazo tan ansiado y esperado por todos.
Mari tengo la seguridad de que nos vamos a reencontrar con la alegría y la paz de Dios, porque la distancia separa los cuerpos, pero no pueden impedir la intima cercanía de las almas.
Tengo la certeza que en la medicina, en particular en ginecología y obstetricia, no hay cabida a errores y menos la desatención, aunque sea un llamado a las tres de la mañana. Estaban en juego seres inocentes sanos, llenos de vida y esperanza; y en juego una familia frente a un dolor permanente.
Yo siempre supe que "LA PEREZA" es un PECADO CAPITAL, mas aun cuando uno "JURA" por salvar vidas, no abandonarlas cuando mas se necesita.
Marianita querida te amamos como siempre y mas que nunca.
Ayudanos con la experiencia de tu nueva vida a sobrevivir este gran dolor, a Javier, Papa, Lu, Ariel y todos los que te recuerdan, te extrañan y te aman.
Hasta luego, hasta siempre.
Mi amor, Mama.
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